esa chica de gafas oscuras,
que sale de noche
a beber de otras bocas.
es la que regresa sola
por la madrugada
poco antes del sol de la mañana.
aquella que rie por la calle
y llora en la cama sin parar.
la que viste de falda corta
y zapatos altos,
ladrona de miradas,
provocadora de calidos pensamientos.
muere por entregar su corazon
a ese dulce caballero,
lo espera siempre
en la orilla de la barra,
una boca tras otra,
tres, cinco, siete copas,
no lo consigue encontrar,
quizas el ha cambiado de bar.