gracias:
por dejarme ser parte de tu vida,
porque estuviste ahi cuando necesite un amigo,
por hacerme reir,
por escucharme,por abrazarme,
por cargarme en tu espalda,
por aquellas flores,por hacerme enojar,
por mentirme y por decirme la verdad,
por protegerme,
por levantarme cuando he tropezado,
por hacerme ver mis errores,
por preocuparte por mi,
por tomarme de la mano,
por abrazarme,
por compartirme tu cama,
por pasar tus dedos entre mi cabello,
por hacerme llorar,
por haberme hecho mujer y hacerme sentir como niña a la vez,
por permitirme soñar,
por enseñarme a querer,
por tus besos y caricias,
por mirarme con esos ojos,
por ayudarme a crecer,
por permitir que me enamorara de ti,
por desilusionarme,
por alegrar mis dias,
por ser tu mismo,
por dejarme ser como soy,
por enseñarme todo lo que soy capaz de sentir,
por darme esperanzas cuando creia que todo estaba perdido,
por decirme lo que alguna vez sentiste
y haberlo sentido,
por provocarme mariposas en el estomago cada vez que te veo,
por quitarme el sueño,
por dejarme sin aliento,
por darme tu calor,
por haberme hecho el amor en el auto,
por haber sido feliz alguna vez conmigo,
por la carta del 14 de febrero,
por guardar la postal del viejo mundo,
por dejarme plantada,
por haber ido por mi,
por comer conmigo,
por estar juntos sin decirnos nada,
por esos besos tuyos tan inconfundibles,
por ser parte de mi vida,
porque sin ti no seria lo que soy ahora,
una parte de mi no existiria.
puede que me falte voluntad o que me sobre vicio
miércoles, junio 03, 2009
posted by Diana at 9:10 p.m.
esa chica de gafas oscuras,
que sale de noche
a beber de otras bocas.
es la que regresa sola
por la madrugada
poco antes del sol de la mañana.
aquella que rie por la calle
y llora en la cama sin parar.
la que viste de falda corta
y zapatos altos,
ladrona de miradas,
provocadora de calidos pensamientos.
muere por entregar su corazon
a ese dulce caballero,
lo espera siempre
en la orilla de la barra,
una boca tras otra,
tres, cinco, siete copas,
no lo consigue encontrar,
quizas el ha cambiado de bar.
que sale de noche
a beber de otras bocas.
es la que regresa sola
por la madrugada
poco antes del sol de la mañana.
aquella que rie por la calle
y llora en la cama sin parar.
la que viste de falda corta
y zapatos altos,
ladrona de miradas,
provocadora de calidos pensamientos.
muere por entregar su corazon
a ese dulce caballero,
lo espera siempre
en la orilla de la barra,
una boca tras otra,
tres, cinco, siete copas,
no lo consigue encontrar,
quizas el ha cambiado de bar.